Algunos de los errores más frecuentes que
se cometen en la lectura braille son posibles confusiones en el reconocimiento
de las posiciones vertical y horizontal de los caracteres que forman parte del
elemento generador. También se puede producir la omisión y/o la adición de
algún punto dentro del grafema, así como la confusión de caracteres con el
mismo número de puntos.
Por otra parte, las vocales acentuadas en
el sistema braille no tienen semejanza gráfica con las vocales sin acentuar,
por lo tanto los alumnos deben aprender para un mismo fonema dos signos
distintos.
Otro de los errores que podemos encontrar
en el proceso de lectura (Ochaíta y otros, 1995) se producen en palabras que contienen letras que
resultan difíciles, como por ejemplo las letras que incluyen el punto 6, que
son poco frecuentes en castellano (d-f-j-h-n-z-é y á-ú,ó-ú).
En cuanto a las dificultades en la
escritura con el sistema braille, podemos encontrar la rotación, que se debe a
problemas espaciales y de reconocimiento de formas.
Al escribir, también puede ocurrir que el
alumno omita o añada puntos, lo cual provoca una modificación de las letras, y
un cambio en el significado de las palabras y de la oración.
Por último, otra dificultad de aprendizaje de la escritura hace referencia a la orientación. Esto significa que el alumno cambia la orientación de los puntos, es decir, que cambia la columna de la derecha por la de la izquierda, y viceversa. Al igual que la disgrafía que se produce en la escritura convencional, se da en este caso la escritura en espejo.
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